miércoles, 14 de julio de 2010

Las torsiones de la vida

Ayer estaba recordando lo que significa renunciar a ciertas cosas, situaciones, formas de vida e incluso personas y horarios.
Las modificaciones de lo que por un momento creía permanente me hicieron dar un giro total a lo que soy y descubrirme como algo que nunca había experimentado.
Hace casi seis meses dejé de publicar en un periódico local sobre temas de arte y cultura. La separación comenzó hace poco más de dos años cuando entré a radio y tuve que despegarme de ese mundo que me atrae. Sin embargo, eso me ayudó a ampliar la perspectiva.
Ahora estoy más convencida que los apoyos, creación y difusión de la cultura no lo es todo. Siempre hay cosas qué resolver antes de poder entrar y entender de nuevo ese universo. Como decía Mafalda "como siempre lo urgente no deja tiempo para lo importante".
El caso es que a veces hace falta exorcizar los demonios y regresar por los caminos conocidos, sólo para encontrar lo que alimenta la ilusión diaria. Desentelarañar la mente y la percepción y dejarse abrazar por lo onírico que puede producir cualquier manifestación artística.
Lo triste es que opciones que hay por aquí son como una ruleta rusa. Atinan una de un montón. ¿Será que soy difícilmente impresionable?

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